“Obras no recientes” efectivamente es una muestra que NO trae la última producción del artista chileno, ni tiene una curaduría. Atiende simplemente a la motivación de poder exhibir obras con algunos años ya, y no someterse al ritmo y presión del aparataje artístico de siempre tener que mostrar lo último, y por favor que sea novedoso.
Por Carolina Martínez Sánchez | Imágenes cortesía del artista
Sin duda que siempre hay prisa por hacer el review de una exhibición, ser la o una de las primeras publicaciones acerca de la muestra y del artista. Tiene que calzar perfectamente antes del finissage para hacer los vínculos correspondientes. Pero puede ser que esa prisa no deje digerir bien, o tal vez sí, pero puede suceder que quede en el camino, catapultada por los otros varios reviews que se dan al mismo tiempo; y no, digamos que no se puede hacer antes.
Entonces sigamos con algunas ideas. “Obras no recientes” efectivamente es una muestra que NO trae la última producción del artista chileno, ni tiene una curaduría. Atiende simplemente a la motivación de poder exhibir obras con algunos años ya (desde 8 hasta 2 años hacia atrás) y no someterse al ritmo y presión del aparataje artístico de siempre tener que mostrar lo último, y por favor que sea novedoso. Cierto es que no es necesario que lo más fresco se perciba como algo vanguardista, adelantado y excitante; hay ciertos trabajos que dada su reflexión y forma pueden ser dócilmente dispuestos hoy.
Así es que cuando Nicolás y yo nos reunimos en la galería, me encuentro con trabajos bastante plásticos y figurativos, pero lo que más puede llamar la atención, es que si pensamos que son “obras no recientes” , nos traen problemáticas y situaciones políticas, sociales o económicas que podrían fácilmente aparecer en cualquier timeline de las redes sociales, o en cualquier sitio o agencia de noticias. Y no es que Nicolás Grum esté agudamente sobre cada uno de los conflictos mundiales que pasan para sugerirnos que es un mesías que nos trae mensajes estetizados para nuestro mejor entendimiento, pero la coincidencia ha sido que Grum ha estado por diferentes motivos en las ciudades y países que han tenido lugar hechos y conflictos.
Por esto es que podemos ver una Estatua de la Libertad (o la cabeza de ella) en bronce y sumergida en grasa sintética, «State of Liberty», y una misma versión en miniatura de esta, sumergida en una botella de cerveza acompañada por el certificado y cheque de la compañía cervecera en compensación por las molestias al denunciar el hallazgo de la figurita en uno de sus productos. O dioramas basados en su investigación sobre el petróleo en la historia de Estados Unidos durante una residencia en Cleveland. “R.V.” (Vehículo Recreacional) u “Oil Pump” (Chupasangre) que recrean en miniatura diferentes paisajes o caras de la industria petrolera y la vida de los ciudadanos insertos en ella, ya sea geográficamente o porque son empleados de alguna de estas empresas. Esta forma nos hace percibir lejanamente esta realidad como algo peculiar y casi folklórico, pero es esta misma distancia la que malévolamente trae al frente esta pseudo crisis y realidad.
“No More” en cera y madera, es casi un grito de protesta que acompaña a todas las situaciones expuestas, o “Don’t Forgive” en cartón, madera y cera. Este misma disolución o aparente derretimiento de la obra/idea la vemos en la pieza “Reform”, una réplica de arma de bronce cuya boca de fuego está fundida, con la que el artista chileno devela la doctrina armada de los norteamericanos donde la democracia se referiría a que todos tienen el derecho de poseer y portar armas y no al derecho a una sociedad segura y calma.
Otras piezas fueron producción durante una residencia en Bolivia, y por supuesto que otras realizadas en Chile. Pero dejando de lado el contexto donde han sido elaborados cada uno de los trabajos, hay ciertos indicadores comunes a todas ellas, donde la cita al mundo infantil de los juguetes o cosas hechas por niños aparece en forma iterada para despertar nuestra curiosidad y acercarnos más a ellas y sorprendernos con las situaciones evidenciadas que tal como los niños, vemos pero muchas veces no prestamos atención por ser eso. Obras que ponen ante nuestros ojos hechos y realidades lejanas que se desvanecen y derriten por no fijar mejor nuestra mirada y reflexión.