El artista chileno con base en Barcelona José Caerols “Yisa” trabaja sobre los conceptos de identidad y migración, destacando materiales y elementos que puedan configurar este modelo de pensamiento. Estando en España sus conceptos y propuestas conceptuales han cambiado desde la materialidad, y donde la migración ha dado una vuelta hacia su propia persona. Conversamos con él acerca de estos procesos y nuevas piezas y con los directores de Mario Kreuzberg Gallery en Berlín, donde tuvo lugar la última exhibición del artista.
Por Carolina Martínez | Imágenes cortesía del artista y Mario Kreuzberg Gallery Berlin
Carolina Martínez: ¿Desde cuándo estás haciendo la investigación que te llevó a tus obras más actuales, que fueron exhibidas a fines del año pasado en la exposición ”Anexo Metropolitano” en Mario Kreuzberg Gallery en Berlín?
José Caerols: Actualmente creo que un proceso de investigación real tiene un carácter holístico que abarca un trozo de tiempo significativo en el desarrollo de cualquier artista, por lo que entiendo el trabajo presentado en Mario Kreuzberg Gallery como el resultado de un proceso investigativo que ha tenido por norte la complejidad latente de ideas como la identidad, migración y territorio, y la capacidad de éstas para definir construcciones afectivas, sociales y políticas. Dicha producción se presenta como el resultado de dos fases: la primera es el proceso realizado en Santiago de Chile, donde destacaría piezas como “Gilligan” (Galería Tajamar, 2013); “Monumento Lampedusa” (2014); “El Robo de Hispanoamérica” (Museo de Arte Contemporáneo de Chile, 2015) y “Malinche” (Sagrada Mercancía, 2016) donde la idea de identidad latinoamericana y migración son temáticas propias de la producción. Y como segunda etapa claramente debo reconocer mi estadía en Barcelona (ciudad donde actualmente resido), donde mediante un trabajo en residencias locales, pude redefinir o afirmar propuestas anteriormente planteadas, las cuales se enfrentan a realidades socio-políticas diferentes, donde aparece el “Yo” como inmigrante, o las crisis sociales y territoriales junto con sus lecturas, entendiendo estas revalorizaciones de conceptos como búsquedas de relaciones semióticas más universales.
CM: Hace un par de años que estás radicado en Europa, en Barcelona. ¿Cómo ha ido mutando la elección de los materiales y la objetualidad frente al cuerpo de trabajo que hiciste en Chile? ¿Cómo han cambiado las temáticas?
JC: Como expliqué anteriormente, no creo que la temática haya cambiado, si no que entiendo este nuevo lugar de opinión como una proyección propia de desarrollo continuo y constante en relación a un tipo de investigación y producción.
Por otro lado, los materiales sí han sido un tema. Primero porque muchas veces no existen materiales básicos con los que uno ha trabajado toda la vida, o su precio es muchísimo mas alto, transformándose en un problemática clara a nivel de producción. Así también, el hecho de ser local intrínsecamente trae consigo una concepción de los materiales propios del lugar , como conseguirlos, etc. Ejemplo claro de esto es la instalación “El Robo de Hispanoamérica”, donde instalé dentro del Museo de Arte Contemporáneo de Chile 6 toneladas de corontas de maíz: un tipo de proyecto de esta envergadura me sería imposible realizar actualmente en Barcelona, primero porque el maíz como elemento no tiene una relación local como en América, y segundo porque para este proyecto me inspiré en muchos conocimientos en relación al maíz que provenían desde un carácter familiar (mi padre siembra y vende semillas de maíz).
Entonces estas razones consciente o inconscientemente, dirigen la producción y elección de elementos para la realización de piezas llevando éstas a otro lugar a nivel formal, no sé si de discurso.
En relación a la objetualidad que he abordado en mi producción, no puedo negar que ésta ha tomado fuerza en los últimos años, pero ha sido un proceso lento y que no partió en Barcelona , si no que en Chile. En particular con una pieza realizada para el Museo de Arte Contemporáneo también, en el año 2011, donde introduje 2 toneladas de bolones de río.
CM: Sé que uno de tus puntos claves de interés y trabajo ha sido la hibridación entre el mundo hegemónico y la periferia, los colonizadores v/s los colonizados, y de ahí a la mezcla con los procesos actuales de migración. Cuéntanos acerca de tu percepción al estar, estudiar y crear en lo que sería este mainstream. ¿Sigue la descolonización como eje?
JC: Sí. La colonización y descolonización son ejes de mi trabajo, al igual que la identidad y la migración, entendiendo mi posición actual, tanto geográfica como conceptualmente, que hablando como una, suma, puedo agregar más capas a este tipo de discusiones. Tal como es fácil de notar en mi trabajo, soy un declarado fan de Joaquín Torres García, artista uruguayo que desarrolló y realizó gran parte de su producción dando por resultado “La Escuela del Sur”, estando acá mismo en Barcelona.
Pequeñas coincidencias que toman sentido o por lo menos generan preguntas. También podría hablar del proceso Catalán de independencia y la necesidad de aumentar o eliminar fronteras, al mismo tiempo que plantearnos los derechos representativos de un pueblo y los sometimientos de minorías en relación a potencias mayores, militar y económicas.
Por lo que entiendo como un mundo donde cada vez veo más innecesarias las fronteras y los nacionalismos, una posibilidad notoria es el hecho de poder vivir lejos de mi país y continente por un tiempo, entendiendo este como un momento especial de reflexión y de nuevas visiones.
CM: Hay algo más industrial, algo más urbano en las piezas de “Anexo Metropolitano”. ¿Cuál es la dialéctica social y de poder que ves en estas ciudades (Berlín y Barcelona) qué te han conducido a este lugar?
JC: La dialéctica que entiendo se afirma en “Anexo Metropolitano”, tiene relación directa con la urbe como lugar de discurso, contra-discurso o y existencia. La muestra que en su mayor parte fue concebida en Berlín, explora la validación y producción de los elementos locales como forma discursiva desde la cual poder plantearnos preguntas como la identidad y la híper producción capital como un rasgo de ésta o una consecuencia sistemática que la define.
CM: ¿Cuál es esa parte anexada a la urbe que buscas develar con tu muestra?
JC: Nosotros “TODOS”, quienes básicamente no entendemos este sistema imperante, donde el capital supera la importancia de la humanidad y la compasión. Creo que nosotros somos el anexo propio de esta urbe .
CM: ¿En qué estás trabajando hoy después de ya haber digerido toda esta muestra y sus piezas? ¿Qué tópicos y preocupaciones (sí, en el sentido de preocupación) te mantienen ocupado?
JC: Acabo de realizar unas piezas de sitio específico para un festival de instalación realizado en Barcelona, así que llegué a trabajar directamente a esta nueva propuesta. Por otro lado estoy envuelto en la realización de un par de publicaciones; una de carácter investigativo que tiene por temática “El arte en el espacio público de Chile como generador de memoria histórica” y otra en relación a mi investigación estético –plástica. Y para este 2019 estoy con un interés muy grande en volver a desarrollar una serie de pinturas que se desarrollarán alrededor de la idea de las construcciones sociales en relación a la calidad representativa de una idea o símbolo, teniendo para ésta como punto de partida la historia de Jemmy Button y las cazas de indígenas.
CM: ¿Cómo se gesta la invitación a José Caerols a exponer a Mario Kreuzberg Gallery?
Santiago Mac-Auliffe & Manuela Morales: Lo conocemos hace tiempo y cuando supimos que se había ganado el Fondo para estudiar en Barcelona, lo invitamos a venir a Berlín. Siempre nos interesó su relación con el espacio público y como lo incorpora a su trabajo desde una manera crítica y lúdica. Nuestro espacio está localizado en el barrio de Kreuzberg, un punto neurálgico en Berlín, ya que visibiliza diferentes problemáticas desde la gentrificación a las políticas de inmigración. Siempre tratamos de invitar artistas que ya trabajen o integren las diferentes dinámicas del barrio, para realizar proyectos específicos para el espacio y así fue con José Caerols “Yisa”. Siempre nos ha gustado su forma de trabajar un concepto desde una materialidad cruda y su coqueteo constante con la pintura.
CM: ¿Cómo fue el proceso de trabajo para cada una de las partes desde su lugar como curadores del espacio?
SM & MM:El artista tenía una idea clara al llegar, habíamos tenido varias conversaciones sobre lo que iba a pasar, pero como era una exposición que se iba a ir armando según piezas encontradas, sabíamos que iba a cambiar y así fue. Ambos siempre hemos tenido la idea de hacer paralelamente un programa de residencias y durante mucho años recibimos distintos artistas en nuestras casas y talleres. Hoy ya contamos con un espacio especifico para la residencia, que incluye pieza y taller compartido. Todo esto a solo 3 cuadras de la galería. La rutina era levantarse, tomar desayuno e ir a la galería a decidir las misiones del día, ejecutar y mirar. Todo era muy fluido, largas horas de trabajo y luego conversar y decidir. Creemos que trabajar codo a codo con nuestros artistas hace que nuestras exhibiciones sean muy íntimas: es un lugar de encuentro y las personas que nos visitan saben que en ese lugar se encontraran con una extensa comunidad latina y del mundo. Luego de terminar el día en la galería regresábamos al estudio donde siempre se compartía con otros artistas.
CM: ¿Cuál es la visión de la galería y cuál es el foco para el próximo año de las actividades y exposiciones?
SM & MM: A nosotros nos gusta hacer exhibiciones donde los 2 podamos sentirnos motivados y excitados por lo que va a suceder. Como somos un Project Space sin dinero hacemos todo desde el montaje, desmontaje y todo lo que sucede entre medio. Nos interesa trabajar con artistas que sean conscientes de hacia donde van, sin tenerlo claro, que trabajen desde una base conceptual que cuestiona su propio lenguaje a través de su materialidad, sin olvidar el humor. Vamos a partir el año con el artista Paul Ferens que tiene un trabajo que huele a Teen Spirit dosmilero pero sin nada de sentimentalismo, luego tenemos varios proyectos pensados como un groups show llamado “This is W…” en relación a David F. Wallace, con Florencia Piriz e Iván Melnick entre otros; la retrospectiva del joven pintor Charles Benjamin; Víctor Espinoza, y como todos los años una exposición de Edinson Quiñones Falla.
CM: Ustedes son artistas visuales además de llevar la galería. ¿Cómo es su aproximación curatorial y directiva desde ese lugar?
SM & MM: Ambos tratamos de organizarnos entre nuestros trabajos ajenos al arte para financiar Mario Kreuzberg Gallery, dirigir el espacio y desarrollar nuestro trabajo personal como artistas. Manuela yo tenemos otros trabajos que nos permiten vivir y llevar el espacio. Yo tengo mi estudio en casa y Manuela en su cocina. Es interesante cuando conoces a alguien con el que se puede colaborar y esforzarse por un proyecto en conjunto. Este año empezamos con una serie de Versus entre artistas y pronto vamos hacer nuestro versus, Manuela y Santiago.