ALMA ZEVI está exhibiendo la primera exposición individual de John Smith en Italia: “Films in Sheep’s Clothing”, mostrando el trabajo del pionero e influyente artista británico, realizado entre 1976 y 2015. El enfoque experimental de Smith lo ha mantenido al frente de la vanguardia del film y el video arte internacional durante los últimos cuarenta años.
Imágenes cortesía de ALMA ZEVI Gallery, Tanya Leighton Berlin y el artista
ALMA ZEVI está exhibiendo la primera exposición individual de John Smith en Italia: “Films in Sheep’s Clothing”, mostrando el trabajo del pionero e influyente artista británico, realizado entre 1976 y 2015. El enfoque experimental de Smith lo ha mantenido al frente de la vanguardia del film y el video arte internacional durante los últimos cuarenta años. La exposición Films in Sheep’s Clothing presenta cuatro fundamentales films: «Steve Hates Fish» (5 mins, 2015), «Dad’s Stick» (5 mins, 2012), «Om» (4 mins, 1986) and «The Girl Chewing Gum» (12 mins, 1976), el cual es reconocido como uno de los más films avant-garde más importantes del siglo XX. La compleja obra de Smith se basa tanto en el arte conceptual como en el Structural Film. Estas influencias colindan con su profundo interés por la narrativa y la palabra hablada, ambas tejidas en sus films para crear múltiples significados dentro de las imaginario visual.
Desde un punto de vista formalista, el vocabulario de Smith es bello pero áspero en los bordes, restringido pero usando el color con instinto. En esta exhibición, su sensitivo uso del color es particularmente evidente en «Dad’s Stick» (2012), donde diferentes hued layers de pintura aparecen en un palo de madera, pero al mismo tiempo, el color define la identidad del «Papá» dentro de la narración. Este palo, es sólo uno de los innumerables objetos que Smith ha fijado a lo largo de su práctica, que también ejemplifica el uso del artista de un ambiguo simbolismo, poniendo de manifiesto una corriente subterránea de emociones veladas.
Precariamente balanceado entre documental y ficción, los films de Smith implican una comunicación directa, pero incluso son esencialmente absurdos. De hecho, el Absurdismo y su pasión por disociar el lenguaje se unen, ordenadamente y delirantemente en el trabajo «Steve Hates Fish» (2015), que usa una aplicación de traducción digital para reconstruir, o literalmente reescribir, un familiar escena callejera. Desde el punto de vista temático, la obra de Smith es ecléctica, sorprendente, y a veces incluso mistificadora, donde cuidadosamente subvierte los temas aparentemente retratados.
Un maestro del engaño, el trabajo de Smith es rigurosamente construido, mientras que a la inversa es altamente personal y algo espontáneo. El «pegamento» entre estos dos aspectos opuestos es la presencia del espectador: muchas de las obras necesitan a esta audiencia como un elemento crucial dentro de la narración, a menudo en el «momento de revelación» que ocurre como resultado de la los supuestos pre condicionados del espectador del film como medium. El enfoque ostentosamente juguetón de Smith se puede distinguir por su agudo ingenio: un humor oscuro y seco que podría describirse como típicamente británico. Este humor es socavado por las observaciones extremadamente precisas de Smith, que frecuentemente transforman nuestras lecturas de situaciones ordinarias. Este enfoque funciona en diferentes niveles: como una crítica de las «reglas» del film; como una instancia conceptualmente confidente dentro de la práctica artística del siglo XX; y en su forma más intuitiva, como punto de acceso para nosotros reevaluar nuestra percepción de, y la comunicación con, nuestro propio entorno inmediato.