ESPÍRITU TERRESTRE, REINO DIGITAL

En este paso del 2020 y el portal de la pandemia, hemos estado indagando e incorporando nuevas técnicas para intentar ampliar nuestra percepción, y por esto es que para este encuentro proponemos hablar sobre árboles y conexión.

¿Cómo ha cambiado la forma de conexión en esta era tecnológica – digital – espiritual? ¿Cómo estamos conectando y con qué? ¿Cuáles son las dimensiones en las que navegamos cotidianamente y qué tan conscientes estamos de esta realidad multidimensional que habitamos?

Durante la cuarentena pasada estuvimos juntas en el grupo de estudios Frecuencia Licán, donde aprendimos a viajar por un Laboratorio Alquímico, representado por la figura de un árbol cósmico que conecta el mundo de arriba con el de abajo y las diferentes dimensiones.

Viajamos por los portales en las 6 sagradas direcciones. Norte, sur, este, oeste, centro de la tierra, centro de la galaxia y centros personales.

 

El espacio que estamos ahora presentando es una invitación a transitar las micro y macro escalas materiales y espirituales con que coexistimos; a navegar las (tecno) esferas de conexión (y desconexión) que habitamos a nivel planetario, solar y cósmico; a pensar formas de colaborar y dialogar en pos de la sobrevivencia terrestre, material y digital en un planeta degradado.

Proponemos decodificar la energía que consumimos y que nos consume, que nos sana y que nos aliena. Sintonizamos nuestras visiones y alineamos las sincronías cósmicas que nos convocan, esperando que resuenen también con otras miradas desde la red neuronal de esta plataforma y su opacidad.

El árbol se transforma así en una antena y guía de navegación por las esferas del espacio-tiempo y los reinos entretejidos que transitamos.

 

Árbol-portal

Árbol-antena

Árbol-escala

Árbol-medicina

Árbol-aire

Árbol-solar

Árbol-casa

Árbol-combustible

Árbol-energía

Árbol-red neuronal

Árbol-matrix

 

El árbol como matrix subterránea y aérea; un espíritu terrestre en el reino digital. Árboles como portales del pasado-futuro, escaleras multidimensionales, fuentes de energía y combustibles fósiles, ramas neuronales, medicina, sujetos vivientes y comunicantes.

En esta navegación  vegetal respiren algo del material que hemos realizado de primera mano, como el video-collage de Silvia Rivera-Cusicanqui que hizo Elisa en el 2018 y la entrevista a Lorenzo Aillapán que hizo Patricia en el 2017. Un rezo cósmico y uno planetario, respectivamente.

 

 

En la esfera verde del centro se encuentran la video meditación para armonizarse con el silicio de los chips de celulares y computadores que hizo Patricia, y la pieza audiovisual de Elisa filmada en el sol artificial más grande del mundo, en donde se contempla la transmutación material de una placa de metal al ser expuesta a la radiación equivalente a 10.000 soles sobre la superficie terrestre.

A esto se suman extractos de las publicaciones Taypi. 10000 soles y The Sacrifice and the Sacred de Elisa y los textos experimentales idreamt@ceramics.cl , Ojos de planta y Gaiaguardianxs de Patricia.

Les invitamos entonces a sumergirse por estos múltiples árboles y experimentar cuáles nuevas y distintas esferas podemos conectar mediante este experimento rizomático a través de este mapa que pueden explorar libremente:

 

¿Cómo se conecta nuestro espíritu terrestre con el reino digital y su materialidad? Los fluidos invisibles de los cristales líquidos de la pantalla se alimentan del agua, del carbón, del cobre, del silicio, del litio. De forma fragmentada, vertical e invisible, las interfases conectan al norte y sur global, nos hacen usuarixs conectadxs, pero al mismo tiempo, al hacernos experimentar realidades cada vez más digitalizadas, nos desconectan de la fuente de poder, de la fuente madre.

Desde el hackeo material de la virtualidad y el choque de las polaridades que nos componen, bit por bit, la energía de la contradicción propia de nuestra naturaleza nos impulsa a cuestionarnos el dominio colonial-capitalista que nos convierte en hijas de este sistema, haciéndonos olvidar que las montañas tienen espíritu y los árboles se comunican.

Si el capitalismo requiere de una alquimia para transformar los elementales en oro y en capital, para nosotras la gran alquimia es volver a los elementales del agua, la tierra, las plantas, el sol, el viento limpio, el fuego y los pixeles metálicos. Paracelso ya lo sabía en el siglo XVI cuando decidió usar su alquimia para el bien común (medicina) y no para lucrar (oro).

 

La gran alquimia del porvenir será transmutar el uso de la tierra.

Liberar las aguas.

Reivindicar al fuego su carácter ritual.

Honrar el aire sagrado.

Calibrar y repensar los metales y aguas que portamos en el cuerpo físico y en nuestros bolsillos.

 

El habitar Chile nos hace transitar la oscuridad, la incomodidad y la desconexión provocada por el extractivismo. Lo recorremos desde las defensas territoriales y las visiones que surgen del pensar y el hacer situado. El espacio artístico y el caminar la tierra son para nosotras portales de sobrevivencia, ejercicios para intentar vivir una espiritualidad material que incorpore al suelo y el cielo, al norte y el sur desde mundos de accionar nuevos.

Nuestros hologramas son traspasados por la minería, crisis medioambientales, experimentación en sistemas de comunicación, campos electromagnéticos, indagaciones territoriales e intentos de revertir las miradas. Mientras escuchábamos un seminario en torno al trabajo y pensamiento de Juan Downey, pensábamos en todo lo hijas que somos de él: es nuestro gran referente en la convergencia del arte con el contexto extractivista en Chile y las arquitecturas invisibles que construyen su entramado energético-colonial.

 

 

REINO DIGITAL, ESPÍRITU TERRESTRE

 

Quizás más que hijas, somos participantes desfasadas de The school of Survival que Downey propuso ya en los años 70, una escuela que deconstruye y reaprende constantemente formas de ver, de relacionar y de crear. Un método que se funda en la transformación y que busca crear espacios que puedan visualizar y comprender las redes de energías visibles e invisibles que nos rodean, reimaginando nuestro lugar en ellas.

El suelo, el mirar hacia abajo, nos sitúa en una materialidad calendárica-ritual particular en relación al cosmos. Mientras que arriba, el aire es nuestra conexión a nivel global. ¿Nuestros cuerpos le pertenecen a la tierra y nuestro espíritu a lo digital (y su ficción inmaterial)? Estamos inmersxs e interconectadxs a escala planetaria:

En palabras de Emanuele Coccia «Vivimos en un jardín cósmico». Es el aire el que nos conecta como un todo colectivo. Respirar es pensar en modo comunitario. Es la atmósfera la que refleja y transmuta nuestros flujos de información del reino digital, es el aire donde se funden en una sola sinfonía y se conectan con el espíritu terrestre de las plantas.

 

 

Emerge así un nuevo paisaje y un nuevo reino y nos preguntamos ¿cuáles son los espíritus terrestres que gobiernan la tecno-esfera que habitamos? ¿Qué entidades emergen en la transmutación de la materia hacia el reino digital? ¿Cómo podemos reconectar lo digital con la memoria planetaria, común, elemental? ¿Cuáles son los fluidos metálicos que circulan, que nacen y renacen en el mar y las montañas, en el cielo y debajo de la tierra?

La maquinaria alquímica y cibernética que nos fagocita ya no es nuestro cuerpo individual y nuestros aparatos tecnológicos, sino el planeta entero. ¿Dónde termina el cuerpo, y dónde empieza el territorio? Somos un solo cuerpo distendido en Gaia.

 

 

Link a mapa-navegación de Elisa Balmaceda y Patricia Domínguez

https://miro.com/app/board/o9J_koQJZBo=/

 

Imágenes, videos y multimedia

1. Elisa Balmaceda y Patricia Domínguez, 2020.

2. Jean «Moebius» Giraud, ilustración de «Chaos», 1991.

3. Fotocopia para el taller La abuela de Reinaldo Arenas, Patricia Domínguez y Antonio Medina, Residencia Kiosko, 2019.

4. Gráfica de la jerarquía espiritual en «Law Of life», A.D.K., LUK

5. Elisa Balmaceda, «Visión – sueño pandémico Nr.38», 2020.

6. Elisa Balmaceda,  video-collage «Taypi» realizado junto a la socióloga Silvia Rivera Cusicanqui, 2019.

7. Vista de mapa-navegación de Elisa Balmaceda y Patricia Domínguez, 2020.

8. Patricia Domínguez, video meditación comisionada por Whitechapel Books para el lanzamiento del libro HEALTH, editado por Bárbara Muñoz para DoCA Documents of Contemporary Art, 2020.

9. Mapa-navegación de Elisa Balmaceda y Patricia Domínguez, 2020.

10. Video explicativo de mapa-navegación de Elisa Balmaceda y Patricia Domínguez, 2020.

11. Vista de mapa-navegación de Elisa Balmaceda y Patricia Domínguez, 2020.

12. Vista de mapa-navegación de Elisa Balmaceda y Patricia Domínguez, 2020.

13. Vista de mapa-navegación de Elisa Balmaceda y Patricia Domínguez, 2020.

14. Retrato vegetal de Patricia Domínguez, fotografía análoga por Emilia Martín, 2020.

15. Elisa Balmaceda, fuente de microalgas obtenidas de una planta de descontaminación en la zona de sacrificio de Quintero-Puchuncaví. Instalación realizada para el proyecto Paisajismo electromagnético en colaboración con Cristián Espinoza, 2019.

16. Patrica Domínguez, «soné@cerámicas.cl», 2017.

17. Vista de mapa-navegación de Elisa Balmaceda y Patricia Domínguez, 2020.

18. Fotografía digital, parte del proyecto 10.000 soles por Elisa Balmaceda. 2019-2020.

19.  Supuesta antena 5G camuflada como cactus, imagen que se hizo viral al inicio de la pandemia por la posible nocividad de esta tecnología. La foto fue tomada por James S. Wood para el periódico Arizona Daily Star en el 2009.

20. Vista de mapa-navegación de Elisa Balmaceda y Patricia Domínguez, 2020.

21. Vista de mapa-navegación de Elisa Balmaceda y Patricia Domínguez, 2020.

22. Vista de mapa-navegación de Elisa Balmaceda y Patricia Domínguez, 2020.

23. «Floraphone», el árbol teléfono, telégrafo y antena, invención de George O.Squier, 1919.

24. Estudio de la sensibilidad de campo electromagnético de una hierba medicinal (jaula Faraday). Instalación realizada para el proyecto Paisajismo electromagnético en colaboración con Cristián Espinoza, 2019.

25. Polera en venta en Internet, 2020.

26. Imagen de referencia de Internet sobre campo mórfico.