Minimal Technology es una agrupación que se formó en los ’90s, y que han trabajado con la experimentación sonora y lo posible desde los más rudimentarios y anárquicos elementos electrónicos para la producción de sus piezas sonoras. Este Viernes 23 de Octubre se presentarán a las 21 hrs. dentro de las actividades de la BVAM.
Por Ana Rosa Ibañez | Imágenes: Camilo Bustos Delpin
Durante el mes de Octubre, el mundo de las artes y la cultura se ha visto interrumpido e intervenido por este evento que se realiza cada dos años y que concentra a más de 40 artistas y colectivos tanto nacionales como internacionales, desarrollando nuevas plataformas artísticas que vienen del cruce del arte con la media y la tecnología: esto es la 12ª Bienal de Artes Mediales de Santiago de Chile. Sede principal de este encuentro, es el Museo Nacional de Bellas Artes, incorporando además, seis espacios satélites que semana a semana presentan proyectos que reflexionan en torno a la propuesta curatorial de esta versión: Hablar en Lenguas. Los artistas fueron convocados a analizar la transformación y destrucción del lenguaje -tal como sucedió alguna vez en la Torre de Babel- como consecuencia de la masificación de la información y los medios digitales.
Oposición total es lo que se puede ver hoy en el MNBA; las clásicas obras de siempre de la nave central dialogan desde el lado opuesto con cableados, parlantes y pantallas que llenan tanto la primera como la segunda planta del museo. Y es en este primera aproximación, cuando inmediatamente la atención se fija en la obra del colectivo Minimal Technology, donde el ala norte de la sala ha sido intervenida con una instalación levantada en base a estructuras de madera y pantallas que muestran imágenes de archivo digital. El trío conformado por Pablo Castro, Marcos Correa y Christian Soto, no solo proponen una obra que se contrapone a la colección permanente del museo, sino que también decidieron intervenir directamente la muestra con un site specific, incorporando en esta propuesta la escultura “L’enchantement” o “El Encantamiento”, realizada a principios del siglo XX por la artista Rebeca Matte y donada al museo en el año 1912. La obra corresponde a una joven ninfa inclinándose hacia delante como si hubiese reconocido algo en el suelo que la ha intrigado, y la mantiene encantada y feliz.
Videoinstalaciones / Contexto
Aunque este proyecto fue diseñado específicamente para la muestra de la actual versión de la BVAM, ciertamente que ésta no es la primera videoinstalación que realiza el colectivo. La mezcla de estas técnicas y recursos estéticos y audiovisuales, la desarrollaron a principios de la década de los 90s, cuando eran un grupo de estudiantes de diseño del entonces Instituto Profesional de Santiago, heredero de la antigua Escuela de Diseño de la Universidad de Chile. En ese entonces, el colectivo ya era parte de “Orgasmo Visual”, que se autodefinía como un grupo lúdico/experimental, y es dentro de ese contexto, con un país que recién había dado término a la dictadura militar, enfrentados a un desarrollo cultural estancado y casi mutilado, que el trabajo con video, beats electrónicos y básicamente toda propuesta que tuviera que ver con imágenes digitales, se consideraba vanguardia pura. Así, MT no demora en establecerse como uno de los principales antecedentes y figuras de la transmedia en Chile inmediatamente después de su primer proyecto. Éste consistía en un ensayo de música electrónica experimental desarrollado en un estudio construido por ellos mismos, con instrumentos y soportes que les permitían interactuar con sonidos básicos.
El proyecto logra llegar a los oídos del sello Dinn International Japon, luego de lo cual son los únicos invitados de Latinoamérica a participar del Compilado de Música Experimental Electrónica de 1993. Debieron desarrollar una propuesta en formato fax, donde presentaron un manual de uso y un diseño de contenedor impreso que permitía interpretar adecuadamente los sonidos, ejercicio posible gracias a su formación en la Escuela de Diseño. Y es en esta atmósfera que también nace su nombre: literalmente haciendo un mínimo uso de la tecnología, y en necesidad de un concepto que se lograra comprender tanto aquí como en Japón. Con el tiempo han ido indagando en variadas técnicas y nuevas tecnologías, pero su trabajo sigue siendo fundamentalmente análogo.
Luego de este primer éxito, el colectivo desarrolló casi más de una decena de proyectos musicales en tan solo 2 años, y pronto fueron convocados a hacer una presentación en vivo en la sala Agustín Siré. Aquí sin saberlo, comienzan con su trabajo site specific, proponiendo una intervención en torno al escenario con que cuenta la sala. Al verse incapacitados de reproducir los sonidos en tiempo real, ya que no se concebían exactamente como una banda, una vez más su mente de diseñadores maquina una respuesta creativa, desarrollando su primera videoinstalación. El desplazamiento de la obra desde lo musical, fluyó fácilmente hacia lo artístico y visual, utilizando imágenes de televisión que trataban las diversas tendencias de la época. De esto ya hacen 25 años.
El encantamiento por la pantalla
Hace un cuarto de siglo que el colectivo no había desarrollado nuevos proyectos, donde cada uno había su camino como desarrolladores visuales. Esto fue un factor determinante al configurar la nueva videoinstalación que mostrarían en la BVAM. Las últimas videoinstalaciones habían sido desarrolladas con la imaginería de los mass media de los ‘90s, principalmente recolectadas de la televisión. Este medio usa el método informativo unilateral, donde el receptor no tiene participación directa en el comportamiento del contenido que va recibiendo. Hoy, con los nuevos medios digitales, la interacción con el usuario es primordial para determinar cuales son los temas de tendencias, o por lo menos es así como se quiere creer. Este agente de desplazamiento a través del tiempo, fue algo que MT no quiso dejar fuera en la adaptación de la obra, por lo que deciden contraponer las dos épocas mediante el uso de la imagen digital.
Por una parte, presentan los temas de tendencia de los ‘90s haciendo uso de sus propios registros de las noticias en formato VHS, utilizando una serie de seis televisores orientados hacia el mismo punto central que mira la escultura. Estos televisores están contenidos en cajas de madera, que se condicen con el diseño original de la videoinstalación, logrando la ilusión óptica de que las pantallas están flotando a la misma altura que la mirada fija de la mujer.
Frente a esto, se encuentra una nueva estructura de madera, más compleja y liviana, tal como la media contemporánea, diseñada para el contexto propio de los tiempos actuales. La pantalla LED que se enfrenta directamente a la mirada de “La Encantada”, despliega una serie de imágenes fijas seleccionadas por el equipo, ilustrando la búsqueda antroposófica de nosotros mismos en los medios, representado por un hombre/escultura, que produce la fascinación de la ninfa. Estas imágenes se interceptan con cuadros de videos sobre las tendencias del día, alimentándose directamente de Google Trends (las cuales son enviadas por una señal que las va incorporando en tiempo real).
¿La evolución de las lenguas?
Según los antiguos y actuales registros de MT, este ejercicio ha evidenciado un concepto con un tono casi alarmante: se desvela una sociedad donde la búsqueda de las personas en su día a día, no coincide en lo absoluto con lo más urgente, ni menos aún con lo más sustancial, en un contexto donde la políticas de migración, déficit de recursos y mercado global se advienen como continuas amenazas a existencia humana. Las búsquedas más “populares” han coincido en ambos momentos con un cordón de imágenes de bajo contenido, sin demasiada proyección en el tiempo, donde son algo así como imágenes de repetición y satisfacción inmediata, solo que con un nuevo envoltorio. Al haber contrapuesto las dos épocas, 1993 y 2015, el colectivo rescata –y concluye- que las temáticas de tendencias no han variado en su fondo: seguimos hablando básicamente sobre fútbol y celebridades. Quizás solo hemos evolucionado; desde Iván Zamorano a Alexis Sánchez, y de Michael Jackson a Kim Kardashian.
Este interesante resultado del ejercicio, es lo que lleva a cuestionarse cuál es el verdadero nivel de influencia que una sociedad pueda tener en los medios que consume, o si verdaderamente ésta “hipermasividad” es dirigida y controlada por los mismos poderes hace 25 años. ¿Nos hacemos cargo de la opinión y capacidad de generar información, o solo se ha cambiado el advice a uno más delgada, portátil y de mejor definición? ¿Seguimos teniendo las mismas prácticas de hace más de dos décadas en términos subyacentes a una personalidad y paradigma de masa?
Es destacable como mediante una estructura tan sencilla, esta agrupación logra observar tan profundo el espíritu de nuestra sociedad. El desarrollo de una obra site specific, la aleja de la comercialización de la misma y logra una conversación mucho más fluida con el espacio y el propio sujeto, construyendo un mensaje absolutamente fiel al contenido que habita y encarna la propuesta. Su vuelco y rescate hacia lo análogo, termina por demostrar que el desarrollo de las actuales herramientas y tecnologías no necesariamente implican lo mismo para nuestros procesos sociales.
Definidos desde un inicio como elementos exóticos dentro del mundo de las artes mediales, apuestan a mantenerse con este perfil, y así lo mostrarán en su nuevo proyecto audiovisual junto a Hueso Records, a presentarse en el Museo Nacional de Bellas Artes, en el contexto de la BVAM el viernes 23 de octubre a las 21hrs.
http://www.hueso-records.com/album.php?id=423
http://www.hueso-records.com/album.php?id=375
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