El pasado mes finalizó la última versión de la Berlin Biennale, desarrollada bajo el concepto curatorial “We don’t need another hero», donde se cuestionaron los conceptos de poder arrastrados desde el imperialismo, y donde ciertas discusiones fueron puestas en el mapa. El equipo curatorial estuvo compuesta por cinco curadores, entre ellos el brasileño Thiago de Paula Souza, quien se -y nos- pregunta: «¿Qué significa tener un grupo de curadores negros si la institución es tan blanca? ¿Qué va a pasar con los temas que estamos discutiendo ahora cuando nos vayamos?»
Por Carolina Martínez | Imágenes cortesía de Berlin Biennale & KW Institute for Contemporary Art
Carolina Martínez: El concepto curatorial de la 10th Berlin Biennale “We don’t need another hero” cuestiona el concepto de poder que desafortunadamente arrastramos desde el imperialismo donde los continentes y países colonizados sufrieron de las más diversas maneras y en todos los ámbitos de la sociedad. Esto por razones obvias por parte de un proceso histórico como ese, pero también por las mismas deformaciones que produjo en personas de un mismo país o localidad, donde muchos adoptaron el poder para someter a sus propios coterráneos, con una promesa de identidad y re construcción nacional. No necesitamos nuevos héroes, sino comprensión y asimilación de nuestro pasado para enfrentar esta complejidad contemporánea. Sin embargo, la sociedad sigue en búsqueda de falsos líderes que nos hablan de soluciones y estructuras que nunca llegaran si ese héroe que mal usa el poder sigue existiendo. Más allá de la Berlin Biennale ¿Cómo es posible decirles a las personas que no necesitamos estos héroes, sino que a nosotros mismos?
Thiago de Paula Souza: ¡No lo sé! La exhibición solo es posible porque sucedió aquí en Berlín. Incluso si la exhibición hubiera sido producida con el mismo equipo curatorial en São Paulo, New York o Johannesburgo, necesitaríamos encontrar diferentes maneras de discutir lo que queríamos discutir.
El título “We don’t need another hero” vino porque podemos ver cómo ciertas situaciones que enfrentamos en la actualidad no se resolvieron en el pasado. La forma en que vemos la discusión sobre el legado poscolonial no hubiera sido posible en otro lugar. No estoy diciendo que la discusión no hubiera pasado, simplemente hubiera sido una discusión diferente. Nunca he estado en Chile, pero estoy seguro de que hablaríamos de la historia y su lectura de otras maneras.
Dentro del alcance de la práctica curatorial, uno puede entender las exposiciones como una manera de comunicarse. Ellas pueden ser una posibilidad de llevar ciertas narrativas e ideas sin el objetivo de enseñar nunca nada a las personas. No tengo este tipo de idea de que el arte debería darte una lección, pero sí creo que el arte te permite entrar en contacto con ciertas estructuras o discusiones. La exposición fue un momento de pausa, donde podías pensar en ciertas cosas y eso es lo que queríamos hacer con la Bienal.
«Dentro del alcance de la práctica curatorial, uno puede entender las exposiciones como una manera de comunicarse. Ellas pueden ser una posibilidad de llevar ciertas narrativas e ideas sin el objetivo de enseñar nunca nada a las personas.»
Cuando estaba en São Paulo trabajando con el Museu Afro Brasil, discutimos el legado de los negros en la historia del arte brasileño. Trabajaba como educador ahí, mi posición era bastante diferente porque estaba tratando directamente con el público -lo que no pude hacer aquí- y además trataba con niños, por lo que el diálogo era diferente. Fue un ejercicio para concientizar a la gente sobre los pequeños detalles de la violenta estructura racial brasileña. Realmente hubo un discurso a través del arte u objetos, pero eso era lo que el trabajo me exigía. Aquí en la Bienal, realmente tratamos de encontrar una nueva gramática para hablar sobre ciertas cosas, tal vez las mismas cosas imaginando cuáles son las otras posibilidades. Cuando lees el texto curatorial o las conversaciones, ves que también intentamos evitar ciertas palabras y temas; por ejemplo, nunca usamos los términos colonial o poscolonial, especialmente porque cuando se anunció al equipo curatorial, la gente estaba segura de que la exposición sería la más política y la más poscolonial de la historia. Cuando la gente vio quién formaba el equipo curatorial, inmediatamente se imaginaron una curaduría poscolonial.
«Cuando se anunció al equipo curatorial, la gente estaba segura de que la exposición sería la más política y la más poscolonial de la historia.»
Entonces parte del concepto era cómo liberarnos a nosotros mismos de no quedarnos atrapados, porque hubiera sido muy fácil hacer «una exposición muy poscolonial». Así que sí, creo que nuestro mayor desafío fue tratar de no quedar atrapados en la forma en que ciertas personas entienden nuestras subjetividades, no hacer de nuestras vidas un tema. Ha sido un ejercicio sobre cómo liberarnos, cómo discutir ciertas cosas de cierta manera, y también cómo hacer que las personas blancas comprendan la exposición como una invitación para el diálogo. Como Gabi Ngcobo ya dijo, todos somos poscoloniales, pero a veces ciertas personas tienen que llevar una cierta carga. Pero este no es nuestro trabajo. Como dijimos antes, no estamos aquí para arreglar a las masas. Desde el principio, nuestro ejercicio consistió en imaginar cómo es posible ir más allá de ciertos vocabularios y ciertos niveles. Y por supuesto, las discusiones sobre raza, género, igualdad, colonización y descolonización están ahí de alguna manera, pero realmente buscamos una manera más reflexiva. Es realmente complicado, pero bueno, de todos modos, la exposición es realmente acerca del tiempo.
CM: El tema de la diáspora africana es evidente en la Biennale o más aún, podría ser considerada como el punto de partida. Es interesante e impresionante ver cómo el fenómeno de la descolonización en África, su comportamiento y estructuras son posibles de ver en Latinoamérica, donde la liberación nacional ocurrió antes. También yo como latinoamericana -sin ascendencia africana, como lo son Brasil o Cuba- puedo ver como la distancia entre nosotros y el mundo anglosajón aún existe; en términos de Luis Camnitzer, la dialéctica entre mainstream y periferia, la violencia racial hacia quienes fuimos oprimidos y que hoy se da en distintos niveles. Aunque los curadores de la Biennale son de lugares con esta herencia, es el mundo blanco el que estaría poniendo esta historia y fenómenos en el mapa. ¿Cómo es el proceso más idóneo para plantear una exhibición en ese lugar, contando la historia de otros, pero de cierto modo dentro de sus dominios de aprobación? ¿Qué pasa con ese otro colonizado en la otra parte del mundo, oprimido y violentado por la Europa latina?
TDPS: Creo que hay un malentendido sobre la 10th Berlin Biennale porque el punto de partida no fue la diáspora africana. Nunca hemos dicho eso. Nuevamente, es como los medios de comunicación, la prensa y otros se imaginaban la exposición, solo por lo que somos, y estas suposiciones, como la que tú trajiste a la pregunta, dicen más de ti acerca de nosotros. Nadie mencionó estas cosas con la 9th Berlin Biennale, que fue curada por un grupo de personas blancas de New York. Gabi menciona esta declaración de Toni Morrison en nuestras conversaciones curatoriales: el racismo te impide hacer tu trabajo. Te mantiene explicándote todo el tiempo, por lo que estás tan ocupado que nunca puedes realmente hacer tu trabajo. Entonces, no se trata de la diáspora africana, pero por supuesto que somos parte de ella de alguna manera, pero este soy yo, vengo de Brasil, y soy brasileño negro. Entonces, esta diáspora está lejos de ser quien eres. Es como producir un texto como mujer y entender este texto desde el punto en que eres mujer. Y sí, esto es parte de las subjetividades.
Un hombre blanco tiene la libertad de hacer lo que quiera y su trabajo, y la mayoría de las veces esto no se discutirá como «Eres un hombre blanco, así que hiciste esta exposición». Es muy importante remarcar eso.
«No se trata de la diáspora africana, pero por supuesto que somos parte de ella de alguna manera, pero este soy yo, vengo de Brasil, y soy brasileño negro. Entonces, esta diáspora está lejos de ser quien eres. Es como producir un texto como mujer y entender este texto desde el punto en que eres mujer.
Y por otro lado, no estamos contando las historias de otros, porque algunas de ellas también son nuestras historias, pero como dije, no estamos haciendo de nuestras vidas un tema. Por ejemplo, la obra Legendaries de Cinthia Marcelle que se mostró en el KW Institute for Contemporary Art está inspirada en un retrato tomado en New York en 1942 en la casa de Peggy Guggenheim, donde se pueden ver catorce artistas europeos que escaparon de Europa a causa de la guerra. Básicamente es un trabajo que presenta refugiados, pero no pensamos en esas personas como refugiados en la actualidad, esa palabra solo está dirigida a las personas que provienen de cierta geografía. Por lo tanto, es interesante imaginar los cambios, capas. Este trabajo fue el punto de partida de la exposición en el KW. Ella ya ha realizado antes otras exposiciones en instituciones tanto en São Paulo como en Río, siempre inspiradas en este retrato.
Con este trabajo, aprendimos mucho sobre la historia del KW, sobre las personas que han trabajado en la institución que es ahora. Ves a catorce personas y te preguntas quiénes son. Ese es el retrato de la institución en esos años, y quizás puedes preguntarte qué tan importantes eran estos individuos, incluso podrías considerar por qué no hay personas de color allí cuando Alemania es un país bastante mixto, aunque uno podría pensar que no lo es -mucha presencia turca o asiática, por ejemplo (KW fue fundado en 1996). Pero revisando los archivos también aprendimos que había una cierta clase de movilidad social en esa estructura jerárquica, mientras que cuando ves la versión de Marcelle de la obra en Brasil, por supuesto que a menudo hay personas negras, pero siempre están en la misma posición. Quiero decir que comenzaron como porteros y que nada ha cambiado en veinte años. Este proyecto es realmente importante para nosotros porque nos ayudó a entender un poco de la historia del KW, que es muy importante para Berlín, y de cierta manera, para encontrar analogías en diferentes situaciones y lugares como São Paulo, Berlín o Río, aunque la mayoría de las personas ni siquiera se dan cuenta de que este trabajo era parte de la exposición.
Respecto a la forma más adecuada o correcta, depende mucho de si se trata de una exposición colectiva o individual, etc. Pero la colonización es colonización en todas partes y el abuso de poder siempre es abuso de poder. En esta exhibición no hay un foco geográfico. No nos centramos en la descolonización de África ni en ningún lugar en específico; estamos intentando discutir cosas como las estructuras de poder y, por supuesto, otras ideas relacionadas. Uno de las venues fue la Akademie der Künste, una de las instituciones más antiguas de Europa. Durante mucho tiempo fue una academia basada en la membresía: un grupo de hombres blancos europeos decidían quién podría ser parte de la Akademie. Y debido a eso, fue muy importante elegir este lugar e invitar a ciertos artistas que no hubieran sido permitidos ahí antes: este es el ejercicio. No se trata de demografía o geografía.
«La colonización es colonización en todas partes y el abuso de poder siempre es abuso de poder.»
CM: Además de ser miembro del team curatorial, estuviste a cargo del programa público “I’m not who you think I’m not”, programa que empezó un año antes en diversas localidades tanto en Berlín como en otras ciudades como Johannesburgo. Este título llama a derribar los prejuicios, interpelando a estos procesos históricos que tantas barreras culturales han construido. Cuéntame de la primera visión del programa cuando empezó en el 2017 y cómo se ha ido desarrollando durante el 2018.
TDPS: El verano pasado (2017) comenzamos con “I’m Not Who You Think I’m Not” cuando todos los curadores estuvimos juntos en Berlín, tomando decisiones sobre los artistas a los que invitaríamos, y pensando en las venues. Empezamos en Berlín, y decidimos hacerlo en un lugar llamado Each One Teach One (EOTO), que es un centro cultural y una biblioteca. Fue interesante hacerlo con ellos porque también era una forma de posicionarnos y es interesante abrir la conversación, porque hay muchos traumas e historias en Alemania. Las historias africanas y alemanas no son historias obvias para muchas personas que no están familiarizadas con la historia alemana y el contexto. Realmente yo no había pensado en personas negras en Alemania, por ejemplo. Aprendimos mucho de ese grupo, y todos ellos tienen este interesante proceso para trabajar y tratar de desarrollar todas estas historias. Los negros han estado en Alemania por un tiempo, pero mucha gente nunca piensa en esto. Entonces la biblioteca y las actividades en el centro cultural tratan de organizar todas estas narrativas. Además, se trata de poner en el mapa ciertos temas.
De esta manera, este grupo en Berlín está intentando contar todas estas narrativas sobre la presencia negra en Alemania, ahora que la exposición ya estuvo abierta y tuvimos una serie de eventos que sucedían semanalmente.
«Las historias africanas y alemanas no son historias obvias para muchas personas que no están familiarizadas con la historia alemana y el contexto. Realmente yo no había pensado en personas negras en Alemania, por ejemplo. Aprendimos mucho de ese grupo, y todos ellos tienen este interesante proceso para trabajar y tratar de desarrollar todas estas historias.»
Durante ese mismo verano, nos reunimos además con la gente de *foundationClass, quienes también se unieron este año a nuestro programa con un poderoso desempeño que nos recuerda que la descolonización no puede ser una metáfora. El programa es una forma de aceptar o discutir ciertas cosas que la exposición no era capaz de hacer. Teníamos screenings, charlas, conferencias y performances. Y el título -una doble negación,- se burla de lo que la gente esperaba que hagamos.
CM: Un programa público de un evento de arte de estas categorías busca mediar, reflexionar y dialogar en torno a las temáticas de la exhibición, mediante otras acciones o exhibiciones. “I’m not who you think I’m not” realizó screenings, charlas, e incluso actividades en escuelas. Pienso en una realidad tan distante cómo algunas ciudades de mi país, Chile, donde la mediación o programas públicos deben empezar desde los conceptos más básicos del arte contemporáneo, la piedra más rudimentaria para poder llegar por lo menos a rozar las problemáticas que se están tratando. Pero al mismo tiempo, estando tan lejanos, estamos viviendo flujos de inmigración nunca antes vistos, y es urgente tomar acciones al respecto desde distintas áreas, donde el arte sin duda es una de las más grandes “herramientas” de transformación y comunicación. ¿ Cómo dividiste las audiencias en el programa, qué esperabas que sucediera con ellos? ¿Cuál es la importancia de este tipo de programas no solo para el evento artístico dentro del cual se enmarcan, sino para la sociedad donde tienen lugar?
TDPS: No divido a la audiencia. Principalmente porque no trabajo con una audiencia en mente. Queremos comunicarnos pero no podemos esperar nada, esta sería una actitud muy problemática de parte nuestra. Lo que realmente queremos hacer aquí con la Bienal es abrir el diálogo. Y organizamos el programa como una invitación para abrir la conversación. Chile es muy diferente, porque por ejemplo, la Bienal de Sao Paulo tiene una estructura muy grande en el programa de mediación. Museu Afro Brasil también. Se trata de realidades diferentes.
CM: Supongo que muchos de los asistentes a la Berlin Biennale son parte de la burguesía intelectual, política y económica heredera del imperialismo opresor, y que aún sus intereses siguen divididos entre el capitalismo y el socialismo. ¿Cómo es posible levantar tan grande proyecto con esta temática teniendo a gran parte de ellos, ya sea como espectadores o supporters? ¿Cómo dialogas tú con este sector?
TDPS: La institución en sí es una institución blanca, y también fue un problema para nosotros tratar de posicionarnos ante nosotros mismos. ¿Qué significa tener un grupo de curadores negros si la institución es tan blanca? ¿Qué va a pasar con los temas que estamos discutiendo ahora, cuando nos vayamos? Mi contrato termina ahora en octubre. ¿Qué sucederá con estas discusiones, se quedarán fuera de la tendencia y la moda? Por lo tanto, estoy realmente interesado en cómo nuestra presencia afectará el futuro de la institución.
CM: ¿Y después de la 10th Berlin Biennale, que pasará con estos temas, con África, el proyecto poscolonial? Creo que muchas veces la desconfianza por este tipo de temáticas y conceptos curatoriales viene porque una vez que el evento llega a su fin, las personas y el tema quedan olvidados. ¿Cómo ves la continuidad de lo que ha hecho está ultima versión de la Biennal con la comunidad y el mundo?
TDPS: Realmente no puedo decir ahora qué sucederá, pero por supuesto, ciertas cosas cambian. Es algo con lo que tenemos que lidiar nuestras vidas enteras, es un ejercicio de por vida. El mundo de las artes visuales es bastante pequeño y soy extranjero, por lo que realmente no sé cómo esto ha afectado a la vida de las personas, aunque a veces afecta más de lo que la gente imagina. La exposición estaba en todas partes, en los periódicos, la televisión, etc., así que tal vez afectó a las personas de cierta manera, pero todavía tenemos que encontrar una nueva forma de hablar sobre esto. No podemos sorprendernos porque un grupo negro organizó una exposición, o al menos no deberías. O cuando ves curadores negros, no debes imaginar de inmediato que la exposición será muy política o poscolonial, porque eso es racista. Es tan violento como si ofendieras a alguien. Realmente espero que nuestro concepto de la exposición se haya desarrollado y haga que la gente eche un vistazo a estos conceptos erróneos y reflexione. Tal vez en dos bienales vuelva a haber un equipo curatorial negro y espero que no sea una sorpresa. Así nos las arreglamos para romper un poco de estos conceptos erróneos. Espero, veamos.
«¿Qué significa tener un grupo de curadores negros si la institución es tan blanca? ¿Qué va a pasar con los temas que estamos discutiendo ahora, cuando nos vayamos? Mi contrato termina ahora en octubre. ¿Qué sucederá con estas discusiones, se quedarán fuera de la tendencia y la moda?»