El arte o una obra de arte, tiene varias capas de interpretación, versiones y desplazamientos. Cristóbal Cea con “Hawker Haunted” juega con la noción de confusión de lo que creemos saber, preguntándose además por el relato que le llegó sobre la dictadura en Chile cuando era pequeño.
Esta historia que se quiere ocultar, toma lugar dentro de la última versión del Festival de Arte Contemporáneo del Norte SACO7 “Origen y mito” instancia que ha luchado por la exhibición de esta obra-screening que ha querido ser invisibilizada por parte de la propia institución pública.
Por Montserrat Rojas Corradi | Imagen y video cortesía del artista | Agradecimientos especiales a Dagmara Wyskiel y SACO7
La institución y empresa pública del país, en este caso Correos de Chile, además de ser una fuente de conocimiento, viajes y transporte, ha censurado una obra que tiene una estrecha relación con su labor y la obra del artista visual Cristóbal Cea, «Hawker Haunted», por lo que debería entregarle a la audiencia y ciudadanía la posibilidad de reflexionar, cuestionar y conflictuar a través de ella misma sin sentir miedo a las repercusiones.
Y justamente hoy, dicha institución pública y el Estado que la rige, niega la posibilidad a este diálogo. Obstaculiza e invisibiliza parte de la historia contada por un artista que interpela de una manera poética a la dictadura. Las personas deben entender desde dónde y cómo vemos la historia del pasado reciente. No podemos ser agentes ciegos para negarnos a nosotros mismos lo que sucedió en Chile y en el mundo. Las dictaduras son hechos históricos, que conllevan mucho dolor. Cea, desde la ironía y la belleza logra poner en entredicho el pensamiento lineal de la historia.
El arte o una obra de arte, tiene varias capas de interpretación, versiones y desplazamientos. Cea con «Hawker Haunted» juega con la noción de confusión de lo que creemos saber. El término de la Segunda Guerra Mundial y del Holocausto marcó un antes y un después en la historia de la humanidad, pues al llegar la guerra fría (1945-1989) el deber de reconstruir un estado-nación ya no existía como tal. La guerra devastó y fulminó las sociedades, tanto en lo arquitectónico como en lo político, la economía y el alma de la sociedad. Después hubo un crecimiento importante en la era posguerra industrial, época en la que se diseñaron y construyeron los aviones “Hawker Hunter”, usados para la Royal Air Force y que luego fueron exportados a varios países del mundo.
La Revolución Cubana en América Latina (1959) hizo un intento por cambiar el rumbo de la historia, en contraste con la Europa que estaba buscando un nuevo camino después de la guerra. Acá se estaba tratando de levantar una nueva ideología. Pero no duró mucho. El presidente John F. Kennedy armó el programa Alianza para el Progreso, que significó el financiamiento en temas de salud, economía y educación a todos los países de América Latina que estaban en la OEA, con el fin de bloquear a Cuba. Este programa fue aceptado en 1961 en la conferencia de Punta del Este. Bajo el gobierno de Alessandri llega este programa a Chile, en parte para apoyar la reforma agraria y en otras áreas (también hubo becas para el arte).
Menciono estos acontecimientos históricos para entender la complejidad en el trabajo de Cristóbal Cea. Una de las maneras de leer su obra es deteniéndose en el título: Hawker Haunted, es corto y directo, aludiendo a un juego de palabras y lectura doble. Por un lado nos señala un avión embrujado, encantado y seductor, que al momento de ver la obra nos cautiva, y que en otro sentido nos desvía irónicamente de su real significado. Así también estos aviones evocan directamente la guerra fría y la posguerra europea, como ya fue mencionando anteriormente.
Otro punto desde el cual puede ser leída su obra, es haciendo referencia a lo bélico, a las guerras en lugares que nunca han finalizado en décadas, usados como experimentos constantes de países desarrollados con la finalidad de demostrar sus últimas tecnología militares, un ejemplo de ello es lo que acontece hoy en países como Siria. La violencia en términos de guerra se ha normalizado y las palabras de Walter Benjamin lo reflejan tan bien: “Los soldados llegaron enmudecidos del campo de batalla” [1], cita comparable a un agotamiento de las imágenes de las desgracias. Otro elemento que cumple una función esencial en la obra de Cea es lo biográfico. Como artista chileno se cuestiona la existencia de este tipo de avión en el país para bombardear lo más sagrado para la política: La Moneda. El comienzo de la dictadura militar en el país. Para el artista, que en ese entonces aún no nacía, todo esto le fue contado por terceros.
Existe algo común en el relato de cómo fueron contadas las historias dictatoriales (no solo en Chile, también en otros países), y es que fue oculta y muchos pensaron que todo seguía con la mayor normalidad, incluso que la vida era más segura. Su obra cuestiona esta idea, con una imagen en movimiento de un avión Hawker Haunter, diseñado por los británicos durante la década de los 50 y los 60, época de plena guerra fría. Estos aviones fueron adquiridos y usados por varios países del tercer mundo para guerras civiles, como Somalia, Zimbabue o Pakistán. Lo que plantea la sospecha sobre una manera de colonizar y extender el poder, al mismo tiempo, fue de bajo interés para los medios de comunicación de la época. Los aviones llegaron a Chile bajo el gobierno de Eduardo Frei Montalva en 1967, algunos de los cuales fueron utilizados el 11 de septiembre de 1973 para bombardear La Moneda, dando inicio a la historia más oscura de nuestro país: la dictadura de Augusto Pinochet Ugarte.
A casi 30 décadas de este hecho, Chile aún no es capaz de discernir ni consensuar del todo lo que significó el golpe cívico militar, aunque la hubo y es parte de nuestra historia. El arte debe y puede reflexionar sobre esto. Es la plataforma para producir el diálogo sobre temáticas que aún no tenemos zanjadas en Chile.
El «Hawker Haunted» va tapado por un plástico, negando y obstaculizando el historial de este avión (embrujado), que viaja sin rumbo alguno, con un ruido extraño pero al mismo tiempo placentero. La pieza, no solo representa a Chile y a la guerra fría, sino que también apela a la crítica del uso militar, las guerras y de cómo hemos normalizado la violencia. El artista se pregunta de una manera bastante sutil el relato que le llegó sobre la dictadura cuando era pequeño. Una vez ya adulto, entendió lo que aconteció y esa reflexión está plasmada en esta obra. La censura es una palabra que no nos gusta, pero persiste por el miedo y la crítica a la apertura a temas que están abiertos aún. La pregunta es ¿Se puede censurar la historia personal de una persona? ¿De un país? La respuesta es no, debemos hacernos responsables de lo que somos.
Montserrat Rojas Corradi
Curadora e Investigadora
[1] Walter Benajmin. Editorial Taurus, 1991. Madrid, España.
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