Nací en el año 1983 en Santiago de Chile, soy hija de una madre ceramista y un padre imprentero con alma de botánico, crecí entre cordilleras, animales, tierra, robles, piedras y ríos correntosos; siendo la menor de tres hermanas mi mejor amigo de infancia fue mi abuelo que era pintor. Pasé por dos terremotos y me siento enamorada de vivir en un planeta de gira, me alucinan las mareas y sus cambios, la sombra que produce la tierra en la luna, el día y la noche. Me formé en una Universidad privada y continúe mis estudios en una Universidad Pública, en esta segunda instancia mis intereses se enfocaron en el vacío y su opuesto, y cómo hacerlo visible desde la materia, desde acá me acerqué a la fuerza centrípeta, el agua y la gravedad. Desde entonces que construyo circuitos para el movimiento y descenso de los fluidos y que paradójicamente contienen lo incontenible, lo que se escapa, lo que no se puede tomar ni detener: el tiempo.